Nos encontramos con un apartamento luminoso y lleno de posibilidades en
una zona tranquila del sur de Gran Canaria. A nuestra llegada el
inmueble estaba en muy buenas condiciones, no muy limpio pero sí
meticulosamente cuidado; en contra los muebles eran antiguos, igual que
los tapizados y la decoración en general. Todo el conjunto daba a la
estancia un aire aburrido, extremadamente común y sin ninguna
posibilidad de diferenciarse positivamente del resto de apartamentos de
sus características.
Lacamos algunos detalles, tapizamos,
buscamos piezas juveniles y llenas de luz. Se convirtió el dormitorio en
una habitación de matrimonio y se amplió visualmente el baño pintando
parte del agobiante azulejo en mosaicos que había con anterioridad. El
resultado: una vivienda moderna, con mucha claridad y con ganas de tener
nuevos propietarios!!
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